miércoles, 21 de septiembre de 2011

La Energía de la Primavera, Nuestro Cuerpo y el Qi Gong


Poco a poco vamos dejando el invierno para abrirnos a la primavera. Para los Chinos, la primavera comienza en febrero, cuando la savia ya está subiendo en los árboles.
Es el momento de Chunjie, el Nuevo año Chino.
Detrás de las apariencias, cuando todavía la naturaleza nos parece estar en invierno, el movimiento de renacimiento y crecimiento ya ha comenzado.
Los pulsos, que ayudan al diagnostico en MTC, cambian; dejan la profundidad para subir. Indican el movimiento creciente de esta energía.
Según los principios de la Medicina Tradicional China,  la  energía de la primavera es la de la Madera.
Esto rige un órgano (el hígado), un sistema (el sistema locomotor), una víscera (la vesícula biliar), un sentido (la vista), una estructura (los tendones y las uñas), una emoción (la ira), un sonido (el grito), un color (el verde), un sabor (el ácido), una excreción (las lágrimas) y  un clima (el viento o feng).
El hígado (como sistema, no únicamente el órgano) controla el drenaje. Así, favorece la digestión, la asimilación (tanto física como emocional), ayuda a la buena circulación de la sangre y de la energía, regulariza las actividades mentales y emocionales.
La depresión, la nerviosidad o la irascibilidad son síntomas de un problema de la energía de la Madera.
El sistema Hígado regulariza también los meridianos Chong y Ren, en relación con las menstruaciones.
Controla la reserva de la sangre, rige los tendones, y el movimiento en general.
Las uñas dan una indicación del estado del sistema; y los ojos son “las ventanas del hígado”.
Problemas de vista, ojos secos o llorosos, son expresiones patológicas de la Madera.
Cuando la energía de la primavera fluye en nuestro organismo, en nuestra vida, hay flexibilidad, tanto física como emocional.
Los tendones permiten los movimientos sin tensión, y las emociones están en paz.
Al contrario, contracturas, enfado o rabia contenida señalan un fallo.
Respeto a la dietética de esta estación, el sabor del momento es el ácido.
Para ayudar a la capacidad de drenaje del hígado, es el momento de hacer una cura de limón (un poco de zumo cada día antes del desayuno), de sabia de abedul, de alcachofas, de semillas germinadas (expresando el renacimiento de las plantas, de los árboles, y de nuestro organismo).
Es muy positivo hacer masajes en los pies para evitar una subida excesiva de esta energía. Andar descalzos sobre la hierba en primavera relaja muchísimo.
Respeto al qi gong, es el momento de trabajar los estiramientos y las sacudidas del cuerpo para despertarlo después del invierno.
Trabajar los golpes con los pies, visualizándote expulsando tus rabias a través de ellos.Los batuanjin..
También trabajar tus ojos, mirando lo mas lejos que puedas hacia el horizonte y fijando un punto, con los ojos relajados y cerrados.
Ya hemos dicho que la emoción “negativa” de esta estación es la rabia, el enfado, a veces un enfado que se expresa a través de gritos, o al contrario, uno que se esconde, una rabia interiorizada (contenida). Como ejercicio, busca un tema personal que te provoque enfado; Visualízalo como un árbol muerto; obsérvate cortando este árbol, solo o con ayuda. Y a partir de esto, obsérvate limpiando y arreglando todo tu jardín interior.
Llegarás  poco a poco a un estado de perdón, expresión de la salud y equilibro de tu energía de la Madera.
Permitirás así a tu mente y a tu cuerpo vivir con flexibilidad, poner estrategias para alcanzar tus proyectos.
El poder de la energía sana de la primavera es un poder de crecimiento y de expansión.
nota; centro de terapias naturales

viernes, 16 de septiembre de 2011

LOS NIÑOS Y EL TAI CHI






Son cada vez más los padres que buscan alternativas para sus hijos. El tai chi, el yoga, el Reiki, la música, la expresión corporal, la pintura y tantas otras disciplinas se presentan hoy día como alternativas a las actividades extra-escolares habituales (deportes e idiomas).

En China, los niños practican tai chi desde edades muy tempranas, pero ello no quiere decir que lo mismo sea posible para nuestros hijos occidentales. El tai chi en China forma parte de su cultura y los niños traen ya en sus genes el entrenamiento, la flexibilidad necesaria y la memoria para la práctica de esta disciplina.

Nuestros hijos (en Argentina) conocen desde pequeños el mate y el fútbol, por lo tanto no supongamos como padres que un niño tendrá automáticamente la templanza y la paciencia de un niño chino, necesarias para la práctica de tai chi.

El tai chi es un arte marcial que moviliza la energía interna del cuerpo, con lo cual, a través de la práctica también es posible mejorar la salud física, mental y emocional.

 El tai chi ayudará al niño a:

Focalizar su mente y su intención: Esta capacidad desarrollada se lleva fácilmente a otros ámbitos como la escuela y los estudios.

Desarrollar la atención interna respecto a lo que sucede alrededor:Los niños aprenden a percibir sus emociones y pensamientos mas claramente y las características de las situaciones en las que se ven participes.

Controlar los impulsos y actuar desde la calma: Con la práctica disminuye notablemente lo impulsivo de la persona, priorizando siempre mantenerse en eje, no importa lo que suceda alrededor. De esta manera toda acción que se lleve a cabo surge desde la armonía interna

Desde el punto de vista terapéutico del tai chi, o sea de los beneficios que brinda para mejorar la salud física, mental y emocional, permitirá en los niños:

Mejorar el sistema inmune en general: está comprobado que la práctica de tai chi mejora las defensas del cuerpo.

Calmar la mente y conectarse con la tierra: a través de la respiración abdominal  la mente se tranquiliza y se aprende a concentrar el pensamiento en lo que se está haciendo en cada momento. Al conectar el cuerpo con la tierra  los pensamientos densos se sueltan y la mente deja de divagar en el pasado, el futuro o en la fantasía.

Equilibrar las emociones y encontrar la armonía interna: los movimientos llevan a que la energía interna del cuerpo circule eficientemente. El tai chi permite limpiar los bloqueos y reestablecer la circulación de la energía logrando que el niño se sienta equilibrado y en armonía

La práctica de tai chi no se debe apurar. La práctica de tai chi lleva a cambios profundos, lentos, paulatinos pero duraderos y los niños se pueden ver muy beneficiados por la misma, si los acompaña la paciencia de los padres.


(Fuentes: TAI CHI FOR KIDS – TAI CHI DEL PARQUE)