viernes, 16 de septiembre de 2011

LOS NIÑOS Y EL TAI CHI






Son cada vez más los padres que buscan alternativas para sus hijos. El tai chi, el yoga, el Reiki, la música, la expresión corporal, la pintura y tantas otras disciplinas se presentan hoy día como alternativas a las actividades extra-escolares habituales (deportes e idiomas).

En China, los niños practican tai chi desde edades muy tempranas, pero ello no quiere decir que lo mismo sea posible para nuestros hijos occidentales. El tai chi en China forma parte de su cultura y los niños traen ya en sus genes el entrenamiento, la flexibilidad necesaria y la memoria para la práctica de esta disciplina.

Nuestros hijos (en Argentina) conocen desde pequeños el mate y el fútbol, por lo tanto no supongamos como padres que un niño tendrá automáticamente la templanza y la paciencia de un niño chino, necesarias para la práctica de tai chi.

El tai chi es un arte marcial que moviliza la energía interna del cuerpo, con lo cual, a través de la práctica también es posible mejorar la salud física, mental y emocional.

 El tai chi ayudará al niño a:

Focalizar su mente y su intención: Esta capacidad desarrollada se lleva fácilmente a otros ámbitos como la escuela y los estudios.

Desarrollar la atención interna respecto a lo que sucede alrededor:Los niños aprenden a percibir sus emociones y pensamientos mas claramente y las características de las situaciones en las que se ven participes.

Controlar los impulsos y actuar desde la calma: Con la práctica disminuye notablemente lo impulsivo de la persona, priorizando siempre mantenerse en eje, no importa lo que suceda alrededor. De esta manera toda acción que se lleve a cabo surge desde la armonía interna

Desde el punto de vista terapéutico del tai chi, o sea de los beneficios que brinda para mejorar la salud física, mental y emocional, permitirá en los niños:

Mejorar el sistema inmune en general: está comprobado que la práctica de tai chi mejora las defensas del cuerpo.

Calmar la mente y conectarse con la tierra: a través de la respiración abdominal  la mente se tranquiliza y se aprende a concentrar el pensamiento en lo que se está haciendo en cada momento. Al conectar el cuerpo con la tierra  los pensamientos densos se sueltan y la mente deja de divagar en el pasado, el futuro o en la fantasía.

Equilibrar las emociones y encontrar la armonía interna: los movimientos llevan a que la energía interna del cuerpo circule eficientemente. El tai chi permite limpiar los bloqueos y reestablecer la circulación de la energía logrando que el niño se sienta equilibrado y en armonía

La práctica de tai chi no se debe apurar. La práctica de tai chi lleva a cambios profundos, lentos, paulatinos pero duraderos y los niños se pueden ver muy beneficiados por la misma, si los acompaña la paciencia de los padres.


(Fuentes: TAI CHI FOR KIDS – TAI CHI DEL PARQUE)

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