miércoles, 18 de agosto de 2010

Fundamentos del Tai Chi


Taoísmo
Tanto en el Taichi como en el Chi Kung la filosofía se basa en dos áreas principales: La primera y mas importante es el Taoísmo, el cual surge del I Ching (Libro de los Cambios), que fue desarrollado por Fu Hsi, el primer Gobernante de China (alrededor de 3300 a.C.), por el rey Wen y su hijo, el duque de Chow (alrededor de 1100 a.C.); y finalmente, por Confucio (siglo Vl a.C.). La segunda, proviene del Budismo.
La filosofía taoísta está basada en un concepto abstracto y primordial al que su creador dio el nombre de Tao. Dicho concepto es prácticamente imposible de definir, porque , según afirma el propio Lao-Tse.
Pese a su complejidad el Tao es el principio y fin de todas las cosas. Se diria que es la sustancia de la que esta hacho el mundo, la esencia del pensamiento, el ultimo y mas primordial substrato de toda la vida.
El Tao es el símbolo mas profundo y mas vasto de toda la cultura China. Es el principio del orden universal que rige tanto el microcosmos como el macrocosmos.
Es tan grande que no implica fin y tan pequeño que nada se le escapa. Es tan vasto que no hay nada que no contenga y tan profundo que nadie puede sondearlo.
Para los antiguos chinos, el universo está constituido por una sola energía, el Tao; gráficamente se puede representar por un circulo que contiene dos zonas, una blanca y otra negra; es decir, el Tao se manifiesta por dos formas opuestas, el Yinn y el Yang.


El Yinn y el Yang

La teoria del Yinn/Yang se deriva del Chi y es su prolongación directa. Sin embargo, Yinn y Yang no son absolutos, sino que cada uno posee una pequeña parte del otro: Yinn participa de la naturaleza de Yang y Yang de la de Yinn. Ambos mantienen entre sí una relacion tan intima que ninguno de los dos existe sin el otro, naciendo todas las cosas del universo de esta interrelación. El punto negro en el área blanca y el punto blanco en el área negra quieren indicar que cada una de las partes incluye a su opuesto.
Asi, Yinn y Yang constituyen dos fuerzas complementarias que actuan incesantemente en el universo, indicando claramente que todo cuanto en él se encuentra conlleva su correspondiente opuesto, izquierda y derecha, arriba y abajo, delante y atrás, frio y caliente, etc.
Dice Lao Tse: “El sabio no inventa los principios, sigue el orden de la naturaleza”. La posición del ser humano es la de mediador entre las dos fuerzas del Universo: el cielo y la tierra; y debe mantener el equilibrio entre ellos, tanto física y mental como espiritualmente. Está situado en el centro, por eso, tanto en la filosofía Taoísta como en el Budismo, ese punto central, entre los dos extremos, es una posición que le permite al ser humano comunicarse con ambos (opuestos, complementarios) de forma armoniosa; de este modo, el ser humano baja a la sombra y eleva la sombra a la luz, produciendo así la unidad. Consiste en mantener el equilibrio del Yinn y el Yang, evitando los extremos y estableciendo así la armonía.

(fuente: www.shaolinsi.com.ar)